La pobreza en Argentina crece y se encuentra a niveles parejos con los del 2001. El INDEC trata de esconder lo inocultable

La consultora IADER calculó que la población que tiene necesidades básicas insatisfechas casi duplica la cifra oficial de 17,8% y alcanza 31,5%. La escasa confiabilidad del «INDEK» no sólo crea distorsiones en los precios de la mercadería. A eso va enlazado, por ejemplo el cálculo de la pobreza estructural en Argentina, sobre el que la Iglesia realizó un llamado de atención hace poco tiempo. Mientras tanto la revista Gente publicó las postales de la gira por Medio Oriente que le hizo perder el año escolar a la hija de Néstor y Cristina.

De acuerdo al Instituto Argentino para el Desarrollo de las Economías Regionales (IADER), la pobreza crónica volvió a instalarse en el país y en 15 provincias ya afecta a 30 por ciento de su población, en tanto en 8 jurisdicciones la tasa se ubica arriba de 40.

Según el INDEC, al primer semestre del año, 17,8 por ciento de la población vivía por debajo de la línea de pobreza. Sin embargo, según el IADER, un simple recálculo en base a niveles de inflación más realistas que triplican a la oficial, eleva la tasa de pobreza del país a 31,5 por ciento de la población, 13,7 puntos porcentuales más arriba de la oficial.
La tasa promedio de pobreza, a pesar de ser muy superior a la que informa el organismo oficial, esconde la situación crítica que atraviesan algunas provincias. Sincerando la inflación en el interior del país, queda reflejada en las cifras la alta vulnerabilidad social que persiste en muchas regiones, según el estudio privado.

En Chaco, donde según el INDEC la pobreza al primer semestre se ubicó en 35,4 por ciento de la población, medida en Resistencia, tomando una tasa de inflación más realista se elevaría a 49,3.

Es decir, casi la mitad de la población de esa provincia recibe ingresos insuficientes para acceder a una canasta básica.
Las provincias más afectadas por la pobreza, además de Chaco, son Corrientes, con 46,6 por ciento de su población; Misiones, con 46,1; Santiago del Estero, 45,9; Formosa, 45,5; Jujuy, 44,3; Salta, 43,6; y Tucumán, 41,4.
Así, mientras el país continuó creciendo en los últimos años, en términos de pobreza se retrocedió dos años atrás, y hacia el primer semestre de 2008 se registraban a nivel nacional, tasas similares a las observadas al mismo periodo de 2006.
En algunas provincias sin embargo, las tasas se ubican en niveles similares a los de tres o cuatro años atrás, cuando el país aún estaba recuperándose de la fuerte crisis de 2002.
La situación crítica en materia de pobreza no se limita solo a las ocho provincias con tasas superiores a 40 por ciento.
Hay 15 jurisdicciones donde la tasa se ubica arriba de 30 por ciento, con elevados niveles de vulnerabilidad.
En Catamarca, donde según el INDEC la pobreza al primer semestre afectó a 24,3 por ciento de su población, de acuerdo al IADER, se ubica en 37,6. En San Luis, la pobreza oficial es 22 por ciento, pero recalculada por el IADER se estaría ubicando en 34; en La Rioja asciende según el Gobierno a 18,2 pero sincerando la inflación rondaría 33,7.
En Santa Fe la tasa medida en la Capital provincial rondaría 30,7 por ciento, versus 18,2 que registra el INDEC. Otras dos jurisdicciones donde la pobreza es elevada, son San Juan y el Gran Buenos Aires, con 30,3 y 30,5 por ciento, respectivamente. Las provincias con menores tasas de pobreza continúan siendo las ubicadas en la región Patagónica. En Santa Cruz, la pobreza recalculada se ubicó en 7,9 por ciento al primer semestre; en Chubut rondaría 9,5; y en Tierra del Fuego sería de 9,9.
Asimismo, en la Ciudad de Buenos Aires, oficialmente es de 7,3 por ciento de la población viviría por debajo de la línea de pobreza, recalculándola en base a la inflación real estaría en 13,5.
Para el segundo semestre del año, según este análisis, la pobreza a nivel país estaría ubicándose en 32 por ciento y una tendencia similar se registró en las provincias, donde en las más complicadas la tasa ya estaría afectando a más de la mitad de su población.

Flor Key de vacaciones en Egipto:

Por acompañar a su madre, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a su gira por Medio Oriente,  Florencia Kirchner superó el límite de faltas del Instituto Lasallequedó libre y se llevó todas las materias de quinto año. Sus fotos junto a la tumba de Tutankamon, publicadas por la agencia oficial Télam, confirmaron su presencia en el viaje, algo que antes era sólo un rumor, y generaron todo tipo de comentarios, pero no eran todas.

La revista Gente publicó el álbum completo del viaje de «Florkey» por tierras egipcias que le valió tener que reprobar el último año de secundario completo. En él, puede verse a la hija del matrimonio presidencial haciendo un pasito de baile egipcio frente a la Esfinge y también acariciando a un calmo camello, postales que todo turista que visita el país africano quiere guardar como recuerdo.

Según afirma la publicación, no hubo reprimenda oficial para la joven Florencia por llevarse el año. Ella prometió rendir libres las 13 materias que adeuda para no enojar a sus padres, pero faltó a la mesa de diciembre, primer turno de exámenes. ¿La razón? Acompañó, asegura la publicación, a su mamá Cristina, en su gira por Rusia, otro viaje increíble a miles de kilómetros del país.

Por vivir el año presidencial de su mamá de gira en gira y ausentarse al primer llamado de exámenes, «Florkey» deberá presentarse recién en marzo, a todo o nada, para aprobar el quinto año. De todas formas, sus vacaciones con amigas en Pinamar, ya están garantizadas, aunque sea difícil estudiar en la playa.

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