Macri y su negligencia: Murieron el 55% de las aves y el 23% de los mamíferos del Zoológico

Todo acto que entrañe la muerte de animales es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida. Todo acto que entrañe la muerte de un gran número de animales es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie. Pese a que nunca cumplió la función de preservar especies y solo se esforzó en profundizar el negocio del entretenimiento cruel que supone animales encerrados y exhibidos a cambio del valor de una entrada, Zoológico de Buenos Aires SA, la sociedad anónima que, mediante un permiso (la licitación ya caducó) maneja el zoológico porteño, podría mantener la concesión del predio.

Según un informe de la Auditoría de la Ciudad de Buenos Aires, se perdieron más de cien especies: el 55% de las aves y el 23% de los mamíferos. Para que se entienda: se murieron. Además, los edificios se encuentran en estado ruinoso poniendo en riesgo a personas y animales por igual y el patrimonio histórico que reside en ese predio de Palermo, no se conserva adecuadamente.

Zoológico de Buenos Aires es una sociedad anónima que surgió luego de que el grupo mexicano CIE vendiera sus activos en el país, pero que siguen manejando algunos ex gerentes y socios de la empresa. Por razones poco comprensibles, el holding podría continuar a cargo del predio ya que la gestión de Mauricio Macri analiza no realizar el proceso de licitación que se había previsto para renovar el predio.

Es que en caso de que se opte por la opción de renovar con los actuales concesionarios mediante adjudicación directa, la condición primordial será exigir una garantía en dinero que asegure obras para el zoo además de una adecuación del área de reproducción de las especies. Pero, por más compromisos y dinero, ¿quién devuelve las vidas perdidas y mitiga el sufrimiento de quienes murieron entre barrotes?

«En Noviembre del año 2008 viajamos a Argentina y visitamos el zoológico de Buenos Aires. Nos sorprendió ver a los grandes animales salvajes que normalmente viven en grupos viviendo en pequeños y solitarias jaulas. No podemos olvidarnos del chimpancé. Ella se encuentra en una pequeña prisión de cemento y vidrio, se encontraba contra el vidrio con una expresión de muerte lenta en su rostro. Parecía haber perdido su esperanza y su vida. Los chimpancés poseen largos brazos que son perfectos para colgarse de árbol a árbol, lugar en donde pasan gran parte del tiempo alimentándose y anidándose. Pero el chimpancé del zoológico de Buenos Aires no tiene árboles, no hay otro chimpancé para interactuar, no posee espacio suficiente para jugar; ella está vida pero no tiene derecho a vivir su vida de chimpancé. En su profunda tristeza ella pide por nuestra ayuda», cuenta horrorizada una familia que por primera vez pisó el zoo porteño y decidió armar un grupo para juntar firmas que terminen con el cuadro de martirio que supieron presenciar.

Zofia y Stan Kurylowicz crearon este sitio. No son argentinos, pero se sintieron movilizados para hacer algo. No sucede lo mismo en el ejecutivo porteño. O no van al zoológico o carecen de todo tipo de sensibilidad.

Aunque si, ya sea por meritocracia o por convicción, la oposición mostró varios proyectos entre los cuales se destaca el de Adrián Camps (PSA – Bloque Proyecto Sur) que propone, para empezar a ordenar las cosas, que la administración retorne a la Ciudad de Buenos Aires. A su vez, el legislador Francisco Nenna (FPV) presentó un proyecto de ley para crear una comisión que investigue la concesión y un pedido de informes acerca del estado actual del zoológico, que bien supone lamentable.

«Más allá del análisis de esta realidad y de las responsabilidades que pudieran corresponder a empresarios y funcionarios, es necesario abrir un profundo debate acerca de las características que debe tener el zoológico de Buenos Aires», propuso Camps en un comunicado de prensa y agregó: «La creación de este paseo data de más de un siglo y se basa en la exhibición de animales enjaulados, única forma concebida en esa época para observar a las distintas especies. En la actualidad, disponemos de diversos medios de comunicación para acceder a la fauna en su propio hábitat y no se justifica someter a los animales a ese martirio».

Según el legislador de Proyecto Sur, «es necesaria una nueva concepción de zoológico, con animales en semi cautiverio, un centro de investigación destinado a la reproducción de especies en peligro de extinción, -particularmente las autóctonas-; un equipo veterinario para recibir animales silvestres que sufren accidentes; un zoo que cuente con un centro de divulgación acerca de la protección y el cuidado del medio ambiente, que pueda interactuar con escuelas y colegios».

Mientras Macri, mira para otro lado mostrando un desprecio enrome por la vida de seres indefensos, la Comisión de Protección y Uso del Espacio Público, se apresta a iniciar un amplio debate, convocando a autoridades del gobierno nacional, la UBA, la Agencia de Control Ambiental, ONGs y también a vecinos interesados en el tema.

Lucia Fassbinder

BWN Patagonia

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL ANIMAL

  1. Los animales nacen iguales ante la vida y tienen el mismo derecho a la existencia.
  2. El hombre es una especie de animal y no puede atribuirse el derecho de exterminar a los demás animales o de explotarlos.
  3. Los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección.
  4. No se someterá ningún animal a malos tratos ni a actos crueles.
  5. Todo animal perteneciente a una especie salvaje tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático, y a reproducirse. Toda privación de libertad, aunque sea con fines educativos, es contraria a este derecho.
  6. Todo animal perteneciente a una especie que viva tradicionalmente con el humano tiene derecho a vivir al ritmo y en las condiciones de vida propias de su especie. Toda modificación de ese ritmo o de esas condiciones que el hombre le interponga con fines mercantiles es contraria a ese derecho.
  7. Todo animal que el hombre haya escogido por compañero tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme con su longevidad natural. El abandono de un animal es un acto cruel y degradante.
  8. La experimentación animal que entrañe sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal, ya se trate de experimentación médica, científica o comercial, o de cualquier forma de experimentación.
  9. No se ha de explotar a ningún animal para diversión del hombre. Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirven de animales son incompatibles con la dignidad del animal.
  10. Todo acto que entrañe la muerte de un animal es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida. Todo acto que entrañe la muerte de un gran número de animales es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie.
  11. La contaminación y la destrucción del medio ambiente natural conducen al genocidio.
  12. Un animal muerto debe ser tratado con respeto.
  13. Las escenas de violencia de las que los animales son víctimas deben ser prohibidas en el cine y la televisión, salvo si su finalidad es demostrar un atentado contra los derechos del animal.
  14. Los derechos del animal han de ser protegidos por la ley, como lo son los derechos humanos.

Leave a Reply

Your email address will not be published.